Rescatar la autenticidad e integridad de un lugar, tras el paso del tiempo, no es tarea fácil. Es como montarse en el DeLorean DMC-12, de la película "Volver al futuro", viajar al pasado, y revivir oficios o técnicas constructivas que podrían haber sido abandonadas con el tiempo. Sin embargo, al formar parte de la raíz histórica misma del inmueble, se hace fundamental conservarla como parte del patrimonio arquitectónico.
Francisca Hernández, Máster en restauración y rehabilitación Arquitectónica de la Universidad Politécnica de Cataluña, nos cuenta que “la restauración arquitectónica se ocupa de intervenir un inmueble y conservarlo en el tiempo, manteniendo las características originales“. Además, siendo constructora civil, ha podido revivir lugares del pasado, como el recién restaurado Museo del Grabado en Cerro Alegre, Valparaíso, Chile.
Muchas de estas edificaciones han sido demolidas y/o abandonadas por falta de interés o recursos, entre otros motivos, para llevar a cabo los nuevos proyectos. De esta forma, se han ido borrando los cimientos de nuestro pasado, aumentando la pérdida de nuestra identidad patrimonial, arquitectónica y cultural. Si a ello le agregamos el hecho de ser un país sísmico, se produce un escenario complejo para la restauración, indica Francisca.
Un ejemplo de ello es el Edificio Brown Carvallo, en Valparaíso, o la Galería San Carlos, en el portal MacClure, en la plaza de armas de Santiago de Chile. Ambos fueron demolidos, perdiéndose piezas de gran valor arquitectónico.
Edificio Brown Carvallo Galería San Carlos
La profesional afirma que restaurar un inmueble patrimonial requiere considerar varios factores: “Primero, se necesita investigar sobre su historia para conocer el valor histórico cultural, arquitectónico y social que envuelve el proyecto; luego, se hace importante verificar el estado de conservación del edificio, ya que eso determinará el nivel de intervención a realizar, que puede significar reforzar la estructura, asegurando su integridad y logrando detener el deterioro de los materiales y elementos que la componen”. Por último, se requiere dotar de funcionalidad al edificio y acondicionarlo para dar cumplimiento a las normativas vigentes. Por ejemplo, el incorporar un ascensor.
"En toda restauración o rehabilitación nos encontramos con elementos imposibles de conservar, ya sea parcial o totalmente, debido a su mal estado. En aquellos casos se debe proceder a la sustitución, reintegración y reconstrucción de piezas, según sea necesario, que muchas veces hacen revivir oficios o técnicas olvidadas con el paso del tiempo. Es un trabajo de dedicación y mucho detalle".
Un proyecto de restauración, que se recomienda visitar cuando pase la pandemia, es el Palacio Pereira, ubicado entre la calle San Martín esquina huérfanos de Santiago. Este proceso se inició el año 2012 y recién el año 2020 es posible ver los resultados de la reparación estructural original del palacio de 1.792 m2., que incluyó la renovación de revoques de yeso y de elementos de madera y metal. Para este trabajo se emplearon técnicas originales usadas a fines del siglo XIX por los constructores del inmueble. Gracias a los restauradores, se logró recuperar los colores ocres, blancos, grises y damascos originales del palacio.
Restauración Palacio Pereira, año 2020.
En materia de restauración, cobra real interés que los países propensos a los estragos de la naturaleza cuenten con una política patrimonial y se fomente el cuidado de estas edificaciones. Es necesario generar conciencia en los usuarios sobre la importancia de cuidar las viviendas y de asesorarse por especialistas calificados a la hora de hacer modificaciones e intervenir las estructura ya que de lo contrario podría ser la causa de colapsos y fallas en los edificios.
Para finalizar Francisca señala que uno de los factores claves en una intervención patrimonial, es el trabajo directo con la comunidad, ya que ellos permitirán preservar los valores de nuestro patrimonio. Enseñarles y educarlos respecto a lo que significa vivir en una construcción con herencia del pasado, con tradiciones traspasadas de generación en generación. Eliminar el estigma de que el adobe y sus derivados son sinónimo de pobreza, si no resaltar que son materiales nobles que representan una práctica ancestral, de respeto y cuidado con los recursos naturales y con el medio ambiente.
Francisca Hernández Pino
Constructor Civil UC
MS Restauración y Rehabilitación Arquitectónica Universidad Politécnica de Cataluña
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